Una cacería sin armas – Parte final
Al día siguiente recogimos el campamento y partimos para Sabinas Hidalgo, N. L. directamente al Restaurante el Rancho la razón, era que el hambre nos había ganado a todos, de ahí en adelante todo fue broma una que otra indirecta entre los derrotados, creo que habrá una nueva jugada de dominó pero suceda lo que suceda, la derrota que sufrieron Miguel y Rubén que mas bien fue una paliza. Ernesto afirmó esto quedará escrito que el Campeón de Sabinas y el jugador técnico pasarán a la posteridad como derrotados (maletas).
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